Cornell, una de las universidades más destacadas en investigación y contribuciones de alto impacto en todos los campos de conocimiento, tiene oportunidades de la más alta calidad para la comunidad uniandina.
Todos los años, los estudiantes de pregrado tienen la posibilidad de postularse para realizar una pasantía de investigación en los laboratorios de la prestigiosa universidad estadounidense, entre junio e inicios de agosto.
La aprobación depende de dos factores claves: cumplir con los requisitos estipulados en las convocatorias internas que promueve la oficina de Movilidad Académica de la Dirección de Internacionalización y, además, ser aceptado por un profesor o laboratorio de la Universidad de Cornell.
Anamaría Páez Capador, egresada de los programas de Biología y Microbiología de la Universidad de los Andes, viajó a la Universidad de Cornell en 2022 y, durante 10 semanas, cursó una pasantía de investigación. En su proyecto se dedicó a analizar la efectividad de los glucósidos cardíacos para proteger a las plantas de ser atacadas por los herbívoros.
A lo largo de su estancia, diseñó y ejecutó experimentos para comprobar la actividad metabólica de una enzima en plantas de tabaco y levaduras.
Y es que su experiencia fue tan positiva que tuvo la oportunidad de ser coautora del artículo de investigación titulado ‘Los glucósidos cardíacos protegen al alhelí (Erysimum cheiranthoides) contra algunos, pero no todos, herbívoros adaptados a los glucosinolatos’.
Entre las conclusiones del estudio se estipuló que el género Erysimum está mejor preparado para evitar la herbivoría que otras plantas de la familia Brassicaceae. Asimismo, que si bien los glucósidos cardiacos se pueden catalogar como defensas altamente efectivas contra dos especies de herbívoros, no tienen el mismo impacto cuando otros tipos de herbívoros especialistas son los que buscan alimentarse.
“Fue una experiencia maravillosa en la que conecté con profesionales geniales, adquirí muchas habilidades dentro y fuera del laboratorio, pero, sobre todo, me pude conocer a mí misma. Todo este proceso me demostró que la ciencia es colaborativa y que es válido pedir ayuda”, afirmó la egresada uniandina.
“Cada una de mis expectativas se cumplieron e, incluso, fueron superadas. Le recomiendo a todos los estudiantes el programa de pasantías de investigación y les aconsejo que aprovechen el tiempo para conectar con un grupo en el que puedan apoyarse”, concluyó.